Una chica iraní lleva un tiempo grabando la palmera que tiene enfrente de su casa en Avilés. Por las historias que su madre le había contado sobre las palmeras, las encuentra parecidas a los seres humanos y se preocupa por esa palmera ya que siente que la palmera está sufriendo por algo. Durante esta búsqueda de respuestas descubrirá otro relato diferente de la vida de las palmeras en Europa. A medida que avanza en su observación se pone en relación esas dos realidades de Oriente y Occidente.
Originaria de Irán, Maryam Harandi ha construido una trayectoria cinematográfica marcada por la diversidad cultural. Tras su formación en España, se estableció en Asturias donde ha trabajado como mediadora intercultural, acompañando a personas refugiadas en su proceso de integración. Sus vivencias personales como inmigrante iraní y su adolescencia en Oriente Medio, sumadas a su experiencia como mediadora intercultural, la ha llevado a desarrollar un cine comprometido con la representación de las voces marginadas y construir puentes entre diferentes realidades.