Tras su primer y único año sin edición en 1979, el Festival de Cine de Alcalá de Henares estrena década fijando el nombre con el que será conocido a partir de ahora. Los convulsos años de la Transición se reflejan en una programación muy politizada; ya en la edición anterior se había proyectado La batalla de Chile, con la emotiva presencia de la viuda de Salvador Allende. Las proyecciones buscan acercarse allá donde hay un ciudadano dispuesto a verlas y se expanden por universidades, asociaciones vecinales y sindicatos. Las películas conviven con charlas sobre temas candentes como la libertad de expresión o la marginalidad, no exentas de conflictos, cancelación de espacios a última hora por parte de las autoridades y hasta un desalojo por aviso de bomba. A nivel artístico el festival celebra a directores como Federico Fellini o Jacques Tati. Un homenaje a Luis Buñuel despierta a los alcalaínos con los impactantes tambores de su Calanda natal y en jurados y palmarés aparecen nombres como los colectivos TAU o Chiribito, Cecilia Bartolomé, Mariano Barroso, Emma Cohen o Marisa Paredes. Al final de esta etapa el festival abandona el formato de 8 mm, una declaración de intenciones que sirve como cierre simbólico a su etapa inicial centrada en el cine aficionado.
De la exposición Historia de un festival de cine.
(Pedro Toro, 2021)
Para saber más, consulte el libro de libre acceso “Historia(s) de un festival de Cine”.