Betlem vuelve a casa para pasar unos días con su familia en el pueblo que la ha visto crecer. Pero este pueblo esconde un carácter triste que, por más que ella quiera evitar, siempre acaba retornando para recordarle que hay cosas que nunca se podrán olvidar. Y que tampoco se podrán perdonar.
Jordi Boquet nace en Cervera en 1994. Inicia sus estudios audiovisuales en la Emav, saltando después a la Escac, donde en 2014 empieza el grado universitario especializándose con dirección. “Ni oblit, ni perdó”, su primer cortometraje, está inspirado con la historia póstuma de Guillem Agulló.